El 22 de Abril de 1931 se abría al tráfico aéreo el aeropuerto de Madrid. Un modesto campo de vuelo y un pequeño edificio terminal que, después de casi un siglo, se acabaría convirtiendo en el segundo aeropuerto más grande de Europa y en todo un referente para la aviación española. Actualmente el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas ostenta el quinto puesto en tráfico aéreo en Europa con más de 60 millones de pasajeros (datos pre-Covid, 2019).
La historia del aeropuerto comienza en 1929, cuando se publicó el concurso público para determinar la localización del aeropuerto: Carabanchel Alto, Getafe, Vallecas y Barajas eran las opciones. Finalmente se eligió Barajas y comenzaron los trabajos. El campo de vuelo consistía en una gran área circular en la que se aterrizaba en la dirección más favorable con respecto al viento. Un diseño muy utilizado en los primeros años de la aviación. En las inmediaciones del campo se construyeron varios hangares, una pequeña terminal y el característico edificio ‘Avión Club’.
Aunque la fecha oficial de apertura al tráfico aéreo es el 22 de Abril de 1931, no fue hasta 1933 que comenzaron las operaciones comerciales regulares. El 15 de Mayo de 1933 aterrizaba por primera vez un vuelo comercial en el ‘Aeropuerto Nacional de Madrid’. Un Fokker VII/3M de la aerolínea LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas) procedente de Barcelona tomaba tierra en la hierba de Barajas. Comenzaban las operaciones comerciales; Barcelona por 150 pesetas, Sevilla por 125… En 1933 operaron 378 vuelos, transportando a 2.873 pasajeros.
Durante la Guerra Civil Española se suspenden las operaciones comerciales y el aeropuerto deja de tener una función civil, aunque mantiene algunas conexiones de transporte de civiles. Una vez acabada la guerra, se organizó la entrega de aviones republicanos al ejército sublevado. Unas 39 tripulaciones republicanas aterrizaron con sus cazas en Barajas. El tráfico aéreo civil volvería a Madrid el 12 de Abril de 1939 de la mano de Lufthansa.
Las mejoras tecnológicas que originó la Segunda Guerra Mundial en el campo de la aeronáutica, comenzaron a verse reflejadas en la aviación civil. Nuevos modelos de avión que podían albergar a más pasajeros y realizar vuelos a mayor distancia necesitaban una mejora de las condiciones aeroportuarias. En los años 40, el aeropuerto se abre al tráfico internacional y se pavimentan cuatro pistas, siendo la famosa 15-33 la más larga, con hasta 3 kilómetros de longitud. De hecho, hoy en día la pista 32L-14R se asienta sobre la primigénea 15-33.
CRECIMIENTO Y EXPANSIÓN
En los 50 continúa el desarrollo con la construcción de una nueva terminal con mayor capacidad, la actual T2. En estos momentos el aeropuerto presenta una disposición de cuatro pistas cruzadas formando un triángulo. Este diseño de pistas es muy usado en los nuevos aeropuertos en los 50 y 60, estas pistas cubren todo el abanico de posibilidades para operar con cualquier dirección del viento. Algunos de los más famosos aviones de la época se dejan ver por el pavimento de Barajas. Es el caso del Lockheed L-1049 Super Constellation, operado por Iberia entre 1954 y 1966. “Santa María, “La Pinta” y “La Niña” eran los nombres de los 3 Connies destinados a cruzar el charco.
En plena era de los jets, en 1965, el aeropuerto cambió oficialmente su nombre a “Aeropuerto de Madrid-Barajas”. En los 70, se democratiza el turismo aéreo. Con la llegada a la flota de Iberia del Jumbo (Boeing 747), crece el número de pasajeros y se hace necesaria la construcción de una nueva terminal internacional justo al sur de la existente, la T1. Se crea una terminal de carga y se inician las obras de un complejo industrial y de mantenimiento de aeronaves, “La Muñoza”.
Una serie de mejoras marcan los siguientes años: Un nuevo espacio en la terminal de uso exclusivo para el puente aéreo con Barcelona (1974), una reforma de las terminales existentes de cara al mundial de fútbol de 1982 y una nueva terminal de carga en 1994.
EL PLAN BARAJAS
Las previsiones de crecimiento se quedan cortas año tras año y se afronta un posible colapso del aeropuerto. Se plantean dos soluciones, construir un nuevo aeropuerto o acometer una gran ampliación en un ambicioso plan: “El Plan Barajas”.
El aeropuerto que conocemos hoy es fruto de este plan y sus distintas mejoras y remodelaciones. Se abren las "pistas norte"; primero la 36L-18R que con 4400m se convierte en la más larga de Europa. Los grandes aviones necesitan mucha pista para despegar, más aún teniendo en cuenta que Madrid se encuentra a 600 metros de altura y las altas temperaturas que se alacanzan en verano, con lo que el aire es menos denso y los aviones necesitan mayor longitud de pista para operar. Más tarde se construyen dos pistas paralelas a las existentes, la 36R-18L y 33R-15L (actual 32R-16R). Estas modificaciones le dan a Barajas la configuración de pistas actual en la que se aterriza en paralelo por dos pistas y se despega en paralelo por las otras dos.
Quizás la incorporación más importante a la hora de definir el actual aeropuerto de Barajas fueron las originales y llamativas terminales T4 y su satélite, la T4S. En 2006 se inauguraron junto con la icónica torre de control y se inició la migración de Iberia y las aerolíneas del grupo One World para operar en ellas. En las “antiguas” T1, T2 y T3 siguieron operando el resto de aerolíneas. La T1 sigue albergando vuelos intercontinentales, la 2 se destina casi exclusivamente a las compañias low-cost y la T3 se ha convertido, de facto, en la terminal de Air Europa y aerolíneas de su alianza, SkyTeam.
CAMBIO DE NOMBRE Y OPERACIONES ACTUALES
En 2014 y tras la muerte del ex-presidente del gobierno español Adolfo Suárez (1976-1981), se cambió el nombre oficial del aeropuerto a “Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas”.
Actualmente, el aeropuerto se compone de dos zonas bien diferenciadas:
- Las terminales T4 y T4S junto con las pistas 36L/R y 18L/R en el norte del aeropuerto.
- Las terminales T1, T2, T3, la terminal de carga y aviación ejecutiva y los hangares de La Muñoza en el sur.
El aeropuerto de Madrid se ha consolidado como la puerta de entrada a Latinoamérica. Además de las aerolíneas americanas que conectan sus países con España, las compañías locales como Iberia, Air Europa, Wamos o Plus Ultra también mantienen una extensa red de vuelos hacia el continente americano.
El aeropuerto superó los 60 millones de pasajeros en 2019, doblando las cifras de principio de siglo; en 2003 sirvió a 33 millones de pasajeros. Con estas cifras, Madrid se sitúa en quinto puesto en el ranking de aeropuertos europeos por delante de Barcelona y por detrás de Frankfurt. En el ranking mundial, ocupa el vigésimosegundo puesto por tráfico de pasajeros.
CURIOSIDADES
-Si tenemos en cuenta el área aeroportuaria en m². El de Barajas (30,5km²) es el segundo aeropuerto más grande de Europa, después de París-Charles de Gaulle (32,37km²).
- El sistema de transporte de maletas subterráneo, el SATE, de Barajas tiene una longitud de 135km y las maletas llegan a viajar hasta a 40km/h.
-En 1969 se introdujo el uso de halcones perdigueros en las inmediaciones del aeropuerto. El objetivo era ahuyentar a las aves que se concentraban alrededor de las pistas, con el consiguiente peligro de ingestión por los motores de las aeronaves. El encargado de entrenar al equipo de halconeros fue el célebre Félix Rodríguez de la Fuente. Este sistema pionero se acabó extendiendo al resto de aeropuertos españoles, debido a su gran efectividad y simpleza.
-En 1977 el Concorde visitó Madrid en una operación comercial organizada por El Corte Inglés. También en 1996, un Concorde con la librea de Pepsi visitó Barajas.
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