En las últimas semanas, con el transporte de vacunas, se ha hablado mucho del transporte de carga por vía aérea. Tanto en televisión como por internet he podido encontrar bastante información, más o menos acertada, acerca de la carga aérea. Es algo que abordaré pronto para aquellos que sientan curiosidad y quieran conocer este sector dentro de la aviación. Hoy, si embargo, me gustaría ofrecerte algo más sencillo y desearía que me acompañaras en un día cualquiera de trabajo ¿Te apetece? Pues vamos, pon la alarma para las 17:40h (hora local, no te quedes dormido).
Empezamos:
17:40h
Suena la alarma despertándome tras una siesta de un par de horas. Es ya el último día de servicio de la semana por lo que no cuesta tanto poner los pies en el suelo e iniciar la actividad. Han pasado 8 días desde que dejé mi casa.
Tras tomar una ducha y comenzar a vestirme, llega el momento de cargar la tetera con agua y ponerla a calentar. Cada día más, se extiende esa buena costumbre por parte de los hoteleros de dejarte los utensilios para el mejor y más necesario combustible en la aviación (y qué decir si la noche es tu compañera): el café.
Compruebo y actualizo el iPad para tener los manuales y las fichas con la última actualización. Nada nuevo. Termino de vestirme y vuelco el agua de la tetera en la taza con el café soluble. No es el mejor, pero servirá. Hoy tenemos por delante tres saltos: Barcelona – Leipzig, Leipzig – Vitoria y, por último, Vitoria – Barcelona. 2 195 millas náuticas me separan de doce días de descanso. 3 532 kilómetros. Aunque si a eso le sumamos dos rodajes por El Prat, quizá sean algunos kilómetros más…
Entre sorbo y sorbo del café de sobre, voy echándole un vistazo al primer plan de vuelo. La ruta del primer salto nos lleva por la costa francesa, Italia, Suiza y, finalmente, Alemania. Compruebo la vía de escape en caso de despresurización sobre los Alpes y lo apunto en mi hoja de notas. Es importante si te ves en la necesidad de descender por debajo de los 10 000 pies y no puedes hacerlo en ese momento.
Nada destacable en la meteorología en ruta, lo que nos facilitará la noche. Lo mismo ocurre con los NOTAMS. Infumables, como siempre, pero nada que reseñar.
Tiempo de vuelo: 02:30h FL340
Ruta: AGENA UM985 EKSID/N0435F360 M985 NOSTA DCT NOPMU DCT ABESI N851 VEDOK DCT LOKTA DCT TEDGO DCT TIKNI/N0430F350 T279 TAMEB T955 GOXLI.
19:05h
Hora de coger las cosas y dejar la habitación. El taxi nos espera a las 19:15h.
Me reúno con el comandante en la recepción y lanzo la pregunta de rigor: ¿has descansado? Acostarte por la mañana, intentar dormir durante el día, despertarte para comer algo y volver a dar una cabezada no es algo para lo que el cuerpo esté hecho. Y si lo está, no es el mío. Al final te pasas más tiempo tumbado que realmente durmiendo.
19:15h
Salimos puntuales hacia el aeropuerto. En el trayecto, aprovechamos para comentar la noche que nos espera. En esta ocasión, el comandante me ofrece realizar el primer salto como Pilot Flying (piloto que vuela). Yo, encantado, acepto.
Tras diez minutos de minibús, llegamos a la zona de carga del aeropuerto de Barcelona. Pasamos el control de seguridad oportuno y una furgoneta de DHL nos lleva hacia el avión. Está todo muy tranquilo. Muchos aviones en tierra por la horrible situación que vivimos actualmente.
Llegamos a la plataforma y ahí está nuestro avión: energizado, con la puerta principal de carga abierta y listo para recibir los primeros contenedores de la noche.
19:40h
Quedan cincuenta minutos para la salida del vuelo. El personal de mantenimiento nos da el “Ok” del avión.
Mientras el comandante realiza la inspección exterior de la aeronave, hago las comprobaciones pre-vuelo y preparo el avión para el primer salto. A diferencia del vuelo de pasaje, desde mi punto de vista, todo marcha un poco más rápido. Cargar el avión puede durar unos 15, quizá, 20 minutos. No hay problemas con maletas, embarques lentos, alguna queja… los problemas de cabina en sí no existen.
20:15h
El despachador de vuelo nos entrega la hoja de carga, chequeamos que es correcta e introducimos los datos en el ordenador del avión. 15 735 kg. de carga y un peso al despegue de unas 60 toneladas. No hay mercancía peligrosa destacable. Mientras mantenimiento cierra la puerta de carga, realizamos un briefing de salida y emergencia y listas del pre-vuelo.
Unos 15 minutos después, puntuales, ponemos en marcha los motores y rodamos hacia la pista 25L haciendo un tour por El Prat.
20:47h
Tras un avión privado, al que el control de tráfico le da prioridad por llevar un órganos para un trasplante, y posteriormente un B787 de AirEuropa, entramos en la pista.
Nos autorizan para despegar y nos ponemos en marcha. Motores al 91,5% de potencia y comienza nuestra carrera. A la velocidad de rotación, unos 160 nudos (260 km/h), tiro suavemente de los mandos y el avión se eleva. 500 pies y viramos hacia la izquierda, una pena que esté tan oscuro y no se aprecie, ya que Barcelona tiene una salida muy bonita hacia el mar.
Poco después, el control de tráfico de Barcelona nos pone rumbo directo hacia Marsella, donde unos minutos más tarde, encontraremos algo de turbulencia ligera provocada por un Jet Stream.
El vuelo a 34 000 pies (10 400 metros) transcurre con normalidad. Comprobaciones de tiempo y combustible y buena conversación con el comandante. Los vuelos nocturnos son, en su mayoría, muy tranquilos. A penas hay tráfico aéreo, mucho recorte en ruta y una calma que permite disfrutar el vuelo con tu compañero.
22:35h
Llevamos casi dos horas de vuelo. Hemos preparado el descenso y la aproximación al aeropuerto de Leipzig. Aún no ha empezado la actividad frenética del aeropuerto, es temprano para la carga, por lo que tenemos suerte y nos vectorizan casi directos al final de la aproximación. Nos espera la ILS a la pista 26L, la cual también nos viene genial ya que pilla muy cerca de la plataforma de carga.
23:10h
Finalmente tomamos en la pista y nos dirigimos a la zona de estacionamiento. Está mal que lo diga yo, pero ha sido una buena aproximación y un mejor aterrizaje. 😜
Unos 10 minutos después, nuestro primer vuelo ha finalizado. Rellenamos la documentación y le dejamos el avión a mantenimiento, ya que tenemos cambio de aeronave.
El siguiente vuelo está programado para las 00:40h, por lo que nos da tiempo a ir a la terminal, lo que llamamos el HUB, para tomar algo en la cantina antes de continuar nuestra marcha.
Debo reconocer que los momentos de cantina son bastante buenos y me gustan, ya que es el lugar de encuentro con tus compañeros, sean o no de tu misma aerolínea. Buena conversación, café y muy buen ambiente.
00:00h
Hora de recoger la documentación del siguiente vuelo, comprobar de nuevo la meteorología por si hay cambios y marchar hacia el avión.
Llegamos a la aeronave y hago la inspección exterior. Hace frío (tenía que decirlo). Tras comprobar que el avión está en perfecto estado, recojo el recibo del combustible y subo abordo.
Esta vez vamos hasta los topes. 18 780kg de carga. Pesaremos unas 63 toneladas al despegue. Casi unas tres veces un camión de transporte cargado a su peso máximo. Esto nos obligará a utilizar unas velocidades bastante altas para el despegue.
Entre la mercancía que llevamos a bordo, indicado en el NOTOC (documento que indica la naturaleza de las mercancías peligrosas que vamos a llevar), nos notifican que llevamos medicamentos, los cuales deben mantenerse a una temperatura de entre 10 y 20 grados. Por lo tanto, durante el vuelo debemos ir manteniendo una temperatura adecuada. También es importante revisar bien toda la documentación y distribución de la carga. El personal de tierra lo comprueba, en su caso, tres veces: durante la preparación, durante su carga en el avión y, por último, tras finalizar dicha carga. Nosotros, una última vez antes de cargarla en el ordenador.
Realizo mis comprobaciones y volvemos a estar listos.
Tiempo de vuelo: 02:33h FL330
Ruta: NEVKO Y225 NENAN Z94 VAGAB Y231 ALAXA/N0429F320 Y231 AMOSA/N0427F340 UN869 TEDGO/N0430F330 UN869 NATOR N869 OLBEN UN869 NEMOS DCT NINTU UN869 AGN/N0440F270UN995PPN
00:40h
De nuevo puntuales, ponemos en marcha y rodamos a la pista 26L, la misma que para el aterrizaje. Esta vez vuela el comandante y me toca realizar la monitorización de vuelo y llevar las comunicaciones.
Son las 00:56h y ya estamos en el aire con destino a Vitoria. La ruta es muy parecida a la del vuelo desde Barcelona, sólo que, esta vez, no pasaremos por la costa francesa. Una vez en Suiza volaremos directos a Vitoria.
El vuelo resulta muy tranquilo y nada importante que destacar. Vamos comprobando que la temperatura de la bodega principal se mantenga en los límites solicitados por el NOTOC y que los medicamentos se mantengan en perfecto estado. El control de tráfico nos lleva casi directos a Pamplona donde iniciaremos nuestro descenso y aproximación a Vitoria. El tiempo está bien, salvo el común viento que sopla en Vitoria.
03:18h
El comandante aterriza el avión en la pista 04, la abandonamos y nos dirigimos a nuestro aparcamiento, el número 9. Somos los primeros en llegar a Vitoria y no hay ningún avión en la plataforma. El personal de tierra y el de mantenimiento está preparado para empezar en cuanto paremos motores y abramos las puertas.
La logística es, quizá, muy parecida al vuelo de pasaje: productos perecederos, conexiones con otros vuelos, espera de carga procedente de otros vuelos, etc. Aunque hay que señalar que casi el 100% de la carga tiene un mínimo dos conexiones de media. Por ello, una escala pequeña, puede convertirse en un carrera contra el tiempo, sobre todo para el personal de tierra.
El siguiente vuelo lo haré yo de nuevo volando el avión. El camión de repostaje está ya cargando las 7 toneladas que necesitamos para volver a Barcelona. Esta escala es de treinta minutos y no hay tiempo que perder. Tenemos prevista menos carga que en los anteriores vuelos, 10 630kg.
Tiempo de vuelo: 00:50h FL280
Ruta: PPN UM601 GRAUS
03:50h
Hora de irnos. Con las puertas cerras y todo listo, ponemos en marcha los motores. Nos espera una salida sobrevolando Pamplona y de ahí directos a Sabadell, donde iniciaremos nuestra aproximación a Barcelona. La meteorología, como toda la noche, inmejorable.
Durante el rodaje a la pista 22, revisamos de nuevo lo hablando anteriormente en el briefing. Aún debemos esperar unos 10 minutos ya que dos aviones se encontraban aproximación a la pista 04 y hay que esperar a que estén en tierra e incluso hayan despejado también la pista de rodaje. Son las 4 de la mañana y estamos en el ecuador de la vorágine de la carga.
Pasados unos minutos rodamos a la pista, alineamos y aplicamos potencia. 89,7% de empuje de los motores y al poco nos elevamos. Ultimo despegue de la semana como tripulante, aún me queda la vuelta a casa.
04:05h
Estamos en crucero sobrevolando el norte de España de camino a Barcelona. El peso de la semana se va notando y si además, lo unes a las ganas de llegar, ese peso se multiplica. Son las 4:35 y nos autorizan a descender y a volar directos a Sabadell. Seremos los terceros en aterrizar por la pista 25L. Nos preparamos y leemos la lista de comprobación de descenso. Tras un par de vectores no dejan listos para interceptar la ILS de la pista 25L.
Son las 5:03 y tocamos tierra en Barcelona. Se despliegan los spoilers, reversas de motores a ralentí y el avión se detiene lo suficiente como para que podemos abandonar la pista. Unos 3 minutos después, una vez que la temperatura de los motores se estabiliza, aprovechamos para apagar el motor numero 2 durante el rodaje.
05:20h
Tras un largo rodaje, aparcamos en el estacionamiento 161, el comandante pone el freno de aparcamiento y apagamos el motor restante. Se terminó. Hemos movido 45 145kg de carga a lo largo de los tres vuelos. Con la bodega vacía, me voy a casa.
05:50h
Un miembro del personal de DHL me lleva a la terminal de pasaje de Barcelona, donde a las 7:00 sale mi vuelo a Madrid. Recorro unos metros por el aeropuerto en busca de un café, relajarme 30 minutos y, posteriormente, dirigirme a la puerta de embarque A22. Justo en ese momento es cuando notas el cansancio de verdad y la semana que dejas atrás hace mella en tu cuerpo. Pero no pasa nada, estamos ya camino a casa.
06:50
Ya me encuentro en el avión, asiento 1A. La atención por parte de los tripulantes es estupenda, como siempre. Volveré a casa en un A320neo de Iberia.
Con puntualidad, el avión comienza el retroceso y la puesta en marcha. Al ya estamos de camino a la pista 25L, donde despegamos a los 10 minutos con rumbo a Madrid ¡Qué silencioso es este avión!
Con los primeros rayos de sol, y un buen desayuno, me despido de ti. Quiero agradecerte que me hayas acompañado en esta rutinaria noche de tres saltos ayudándome a distribuir mercancía. Me gustaría, como escribí al principio, en un futuro extenderme algo más en la carga aérea. Hoy sólo quería mostrarte mí día a día, pero, como has podido ver, aunque salvo algún matiz, no difiere mucho de los vuelos de pasaje. También nosotros transportamos deseos e ilusión. Al fin y al cabo, ese es el objetivo de la aviación.
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