El 15 de Agosto de 1935, cerca de Point Barrow (Alaska) se hallaron los restos del accidente. Había fallecido a los 36 años el afamado aviador Wiley Post, junto con su amigo Will Rogers. Fue un shock para toda la nación. No en vano, Post era considerado, después de Lindbergh, el pionero de la aviación americana. Primero en dar la vuelta al mundo en solitario, ayudó a desarrollar el traje de presión y se le atribuye el descubrimiento del Jetstream. Su gran amigo Will Rogers era un reconocido actor y comunicador. La noticia no tardó en inundar las rotativas americanas y encumbró a ambos como grandes mitos nacionales en plena gran depresión.
He de reconocer que Wiley Post se me antoja como el pionero de ‘tapadillo’, o el eterno segundón. Esa es la impresión que me dio al conocer las hazañas de nuestro personaje y, que hasta la fecha, ignoraba. Al fin y al cabo ¿Quién no ha oído hablar de Charles Lindbergh o Amelia Earhart?
COMIENZOS
Wiley Post nació en Texas en el año 1898, aunque con 5 años su familia se mudó a Oklahoma. Durante la Primera Guerra Mundial, quiso convertirse en piloto de la fuerza aérea estadounidense y se enroló en la academia de la Universidad de Oklahoma. La guerra acabó antes de que pudiera graduarse y tuvo que dedicarse a trabajar en los campos de petróleo, en los que perdió un ojo debido a un accidente. Con el dinero de la indemnización se compró su primer avión los 26 años. En 1930 F.C. Hall, magnate del petróleo para el que Post trabajaba como piloto personal, compró un monomotor de ala alta al que llamó Winnie Mae.
El Winnie Mae, apodado así por la hija del magnate, era un Lockheed 5C Vega con un motor radial Pratt & Whitney SC-1 Wasp de 450 CV. Con este avión, Post alcanzó sus mayores logros y se hizo un nombre en la aviación.
EL PRIMERO EN IR MÁS ALLÁ
En 1931, Wiley Post y Harold Gatty fueron los primeros en completar la vuelta al mundo en un avión monomotor. Establecieron un nuevo récord mundial al realizar la hazaña en 8 días, 15 horas y 51 minutos y fueron recibidos con honores de estado de vuelta en Estados Unidos. Sobre este viaje, Post y Gatty publicaron el libro "Alrededor del mundo en 8 días".
Poco después compró el Winnie Mae a su jefe y le instaló diversas mejoras, como un piloto automático y un RDF (El precursor del ADF) para navegar usando radioayudas. La naturaleza de estas mejoras era clara, Wiley quería repetir su hazaña. Esta vez, daría la vuelta al mundo sin necesidad de un navegante de a bordo. Usando la brújula, las radioayudas y el piloto automático, completó la hazaña en poco más de 7 días. El 22 de Julio de 1933, unas 50.000 personas acudieron al campo de vuelo Floyd Bennet (Nueva York) para recibir al primer aviador en completar la vuelta al mundo en solitario.
ALTOS VUELOS
En 1934, el afamado aviador recibió financiación de la compañia petrolera Phillips para explorar los límites de los vuelos a gran altitud y larga distancia. Como la cabina del Lockheed Vega no se podía presurizar, Wiley desarrolló, con la ayuda de la compañia de neumáticos BF Goodrich, un traje capaz de soportar la diferencia de presiones y mantener una atmosfera respirable para el piloto. Una combinación de goma, tela de paracaídas y aluminio permitieron a Wiley ascender hasta los 50.000 pies (15.000 metros). Este se convertiría en el germen de las cabinas presurizadas en aviación e incluso del traje espacial casi medio siglo después.
Como dato curioso, para la realización de estos vuelos, el Winnie Mae utilizó un tren de aterrizaje que se soltaba por medio de una palanca en la cabina. De esta manera, se reducía en gran medida la resistencia al aire y se aligeraba el avión. Después aterrizaba utilizando un patín instalado en el fuselaje, similar al de los planeadores.
En su afán por seguir explorando el vuelo a grandes altitudes, Wiley Post se embarcó en un nuevo proyecto; completar un vuelo en la estratosfera y sin escalas entre Los Ángeles y Nueva York. Para ello, el motor del Winnie Mae fue reemplazado por uno sobrealimentado. Los motores de pistón atmosféricos no son efectivos a gran altitud, ya que la densidad del aire es mucho menor que en la superficie.
En total, realizó 4 vuelos en los que no pudo completar la distancia entre estas dos ciudades, debido a problemas mecánicos. Sin embargo, se le atribuye el descubrimiento del Jetstream o corriente en chorro. Al volar a altitudes superiores a los 30.000 pies (altitudes normales para un avión de línea actual) experimentó velocidades de hasta 300 nudos (555 km/h), demostrando la enorme ventaja de viajar con vientos sostenidos de hasta 100 nudos en cola. Completó su viaje más largo, Los Ángeles-Cleveland, cubriendo una distancia de 2.035 millas náuticas en 7 horas y 19 minutos. En cambio, si hubiera realizado el mismo viaje a nivel del mar hubiera tardado casi 13 horas. Cabe destacar lo impresionante de estos datos, ya que este vuelo se realizó con un motor de pistón y hoy en día podemos hacer este mismo vuelo en poco más de 4 horas a bordo de un sofisticado jet.
ALASKA, LA ÚLTIMA FRONTERA
Todos los pioneros de la aviación tienen algo en común. En tiempos en los que la técnica no lo permitía y la opinión pública no lo creía posible, esos hombres y mujeres cruzaron las fronteras de lo imposible y convirtieron lo inimaginable en algo que hoy nos es cotidiano. Volar a altitudes a las que no podríamos sobrevivir, a velocidades que no hubiéramos podido imaginar y con las más sofisticadas máquinas jamás construidas.
Y fue, en la búsqueda de una nueva frontera, donde Wiley Post encontró su límite. En Agosto de 1935, mientras intentaba establecer una ruta de correo viable entre Estados Unidos y Rusia con su gran amigo Will Rogers, su avión se accidentó cerca de Point Barrow, Alaska.
Habiendo ya jubilado el Winnie Mae, Post realizó unas modificaciones en un Lockheed Orion, añadiéndole unas alas con mayor superficie para aumentar su eficiencia y alcance. Además, sustituyó el tren de aterrizaje por unos flotadores para poder aterrizar en cualquier punto de la ruta, modificando el centro de gravedad del avión demasiado hacia delante.
Cuando despegaban desde un lago cerca de Point Barrow, el motor perdió potencia a baja altitud. Debido al centro de gravedad tan adelantado y volando a tan poca velocidad, el avión resultó incontrolable y acabó estrellándose, matando a sus dos ocupantes. Acababa así la meteórica carrera de Wiley Post.
Estados Unidos se conmocionó por la muerte de estos dos afamados personajes; banderas a media asta, minutos de silencio en las salas de cine… La sociedad americana reconocía el mérito de dos ciudadanos de Oklahoma (muy afectada por la gran depresión y la sequía que trajo el Dust bowl) que se habían hecho a sí mismos. Desde sus humildes orígenes, se habían convertido en héroes nacionales.
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